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desmontando mitos, construyendo estabilidad

Si estás buscando un border collie no dudes en escribirnos, estaremos encantados de ayudarte.

No es fácil hoy en día querer mostrar otra visión a la establecida sobre el Border Collie. No es fácil que la gente lo desvincule de la pelota, el palo o el frisbee.
No es fácil hacer entender que no necesita actividad constante para mantenerse estable. Y mucho menos fácil es hacer que se comprenda que todo ello es precisamente lo que le hace inestable.

Siempre hay que empezar explicando, por protocolo, que antes que un Border Collie, es un perro, y que como tal, tiene ciertas necesidades primarias que son las que condicionan y explican muchos de sus modos de conducta (acceso a comida y agua, refúgio y reproducción) y que, a la vez, serán las cosas más importantes en su vida, aunque hoy en día creamos que con el estilo de vida que les brindamos, hayan pasado a un segundo plano.
Lo tienen todo (o casi todo), y puede parecer que no están volcados en ello, pero a la hora de la verdad, son las cosas que primarían en su vida.

Quitando ese apunte general, sí, el Border Collie es un perro de trabajo (aunque determinadas líneas estén cambiando su condición para adaptarlo al capricho de hacer de él un animal de compañía). Es una raza que lleva tras de sí siglos de selección para hacer de él un perro constante, entregado y resistente a trabajos de larga duración en terrenos y climas adversos. Se le ha seleccionado, no sólo para tener una pasión sobremedida hacia las ovejas, sino para querer... ¡desear! colaborar con su guía.
Es un perro exageradamente complaciente que puede desarrollar un vínculo enorme con su propietario...
... y ello, a la vez que es una gran cualidad, es su gran defecto. Sus inmensas ganas de trabajar y de colaborar, hacen de él un perro que pisa la fina línea entre lo entregado y lo enfermizo.
Dentro de ser un perro pastor, es un perro de control. Se ha seleccionado su acecho y control del movimiento hasta hacer de ello una hipertrofia; lo cual le ha convertido en un perro exageradamente sensible a movimientos, ya no sólo de ovejas, si no, en muchos casos descontrolados, de otros perros, bicis, coches e incluso sombras, moscas... Es un perro fácilmente obsesionable.

Obsesión: Idea que se impone en la mente de forma repetitiva y con independencia de la voluntad, dominándola de forma que no se puede reprimir o evitar con facilidad.
El Border Collie es un perro de moda en los últimos años, primero por tener un físico bonito; segundo por estar catalogado como la raza más inteligente, pero sobretodo por ser, como hemos comentado, un perro de gran entrega y complaciente. Desgraciadamente, esa moda viene acompañada de una mala idea sobre él.

Alguien dijo un día que era un perro de trabajo que necesitaba trabajar para no volverse loco y destructivo, y desde ese momento todos los nuevos propietarios de esta raza recientemente introducida en los hogares de los núcleos urbanos, perdieron los papeles comprando juguetes e inventando quehaceres que mantuviesen al animal ocupado. Se volvieron locos con salidas al parque acompañadas de pelotas y palos..., sin darse cuenta de que estaban obsesionando al animal con infinidad de objetos.
Como hemos comentado al principio, el Border Collie, como perro que es, tiene ciertas curiosidades en la vida, y ya, más que curiosidades, necesidades, prácticamente todas ellas relacionadas con el conocimiento olfativo y la relación social. Y teniendo en cuenta que se trata de una raza que puede desestabilizarse con facilidad, el mejor equilibrio mental que puede brindásele es el de dejarle investigar todo lo que sus curiosidades como perro le piden: paseos donde no pedirle nada, dejarle conocer perros, oler rastros, aprender a comunicarse con otros perros...
E igualmente importante es enseñarle a mantenerse tranquilo en cualquier lugar (ni falta hace mencionar que, tratándose de un perro tan sensible, necesita una socialización de calidad desde pequeño, lo cual no debería consistir en perseguir pelotas en cualquier lugar, sino en aprender a estar relajado en cada uno de ellos). Que se duerma en la terraza de un bar. Que no se pelée con otros perros. Que no tire de la correa con ansia en los paseos, etc...

Cuando un perro entra en estado de "acción", su cerebro libera adrenalina; su ritmo cardíaco aumenta y su circulación sanguínea se dirije en mayor medida a sus extremidades para preparar el movimiento, etc., y mantener al perro en ese modo en exesivas ocasiones, puede ser perjudicial para su salud.
Se recomienta la lectura de éste artículo para mayor conocimiento:
http://veterinariaortomolecular.com/neurotransmisores-en-perros/

En general, al Border Collie hay que brindarle tranquilidad. La explosividad y las ganas de hacer ya le vienen de serie. Es decir, podremos sacarle eso cuando lo necesitemos (bien canalizado), pero el resto del tiempo tenemos que olvidarnos de que es un Border Collie y dejarle ser un perro para que esa estabilidad que todos llevan al nacer (pero tan frágil) se mantenga. Hay que saber leer al perro para ver cuándo un juego se está volviendo una obsesión y parar. Cuándo se está focalizando demasiado en nosotros (podemos fácilmente ser su obsesión) e ignorarlo.

Tendemos a creer que debemos hacer de cada aprendizaje, un juego focalizado en nosotros (salchichas para entrar en el coche o en el transportín, acompañado de cantidad de felicitaciones; pelotas como recompensa a un supuesto control; conexión visual para que no tire de la correa...), cuando el realidad hay formas mucho más naturales de hacer las cosas. No solemos dejar al perro gestionarse; queremos controlar cada estado de ánimo haciendo de él un perro que no sabe cómo sentirse.
Además, cuando, por ejemplo, lanzamos una pelota a un perro, solemos creer que estamos jugando con él, cuando en realidad (siento chafar la idea romántica de muchos) el perro está jugando con la pelota; nosotros sólo la lanzamos.
Y pongo el ejemplo que cierta persona me puso un día: Es como si yo le digo a mi hijo que si quiere jugar a la vídeoconsola, y él se pone muy contento diciendo que sí, y me sigue a buscarla, a sacarla de la caja a ponerla sobre la mesa, y mientras, yo le incito con un tono de voz exageradamente alegre que hace que él también se exicte; se pone muy contento cuando le digo que la voy a conectar y... ahí se acaba mi participación en ello. Él juega con la vídeoconsola, no conmigo. Con la pelota es lo mismo, sólo que es como si me pidiese que le conectase la vídeoconsola cada 20 segundos.
En realidad, y como apunte personal, opino que hacer de un Border Collie un perro obsesivo e inestable es mucho más dificil que hacer de él un perro equilibrado. Lo primero conlleva mucho movimiento físico, pensar en qué entretenerle, estar pendiente de él...
Para lo segundo, sólo hay que andar a su lado por la vida.

Si estás buscando un border collie no dudes en escribirnos, estaremos encantados de ayudarte.

Artículo de Leyla Ortiz para La Guía del Border Collie
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